Los prototipos de Audi: una mirada al futuro a través del diseño y de la tecnología
A través de los prototipos o concept cars que Audi presenta en los más prestigiosos salones del automóvil a nivel internacional como los celebrados en Ginebra, Frankfurt, París o Detroit, así como en certámenes de la relevancia del SEMA Show o el CES en Las Vegas, y festivales como el Wörthersee en Austria, la marca de los cuatro aros exhibe, año tras año, soluciones tecnológicas y estilísticas que, con una gran probabilidad, antes o después, acaban teniendo aplicación en sus coches de serie.
No sólo se trata de plasmar las ideas sobre un papel para posteriormente realizar una maqueta. Los concept cars de Audi van mucho más allá. En la mayoría de las ocasiones el prototipo se construye completamente y es un vehículo funcional, con su consiguiente estudio de ingeniería y análisis muy próximos a los seguidos por los coches de producción. Esta forma de aprovechar las sinergias entre los departamentos de producción y desarrollo ha permitido a Audi adelantarse constantemente al futuro durante casi cuatro décadas de vehículos experimentales.
La mayoría de ellos anticipaban infinidad de soluciones que los clientes de Audi disfrutan desde hace tiempo en sus coches de calle, muchas de las cuales incluso se han convertido en estándar en la industria. Estos son, por orden cronológico, algunos de prototipos con los que la marca de los cuatro aros se ha adelantado al futuro.
Audi quattro Spyder Concept (1991)
La década de los ´90 del pasado siglo fue muy prolija para Audi en cuanto a estudios de diseño de coupés y superdeportivos. El primero fue el Audi quattro Spyder presentado en el Salón de Frankfurt de 1991, que anticipaba la construcción ligera basada en el empleo masivo del aluminio en la carrocería, con un doble objetivo: reducir su peso para una mayor eficiencia y mejores cualidades dinámicas, además de aumentar su rigidez al tiempo que se conseguían carrocerías con estructuras de deformación más seguras en caso de accidente. Así, con su carrocería de aluminio, motor central y tracción total quattro, en cierta manera el Audi quattro Spyder Concept sentaba los pilares del futuro R8 de producción, que llegaría en 2008, casi 20 años después.