La evolución de los sistemas de control en Audi: de los mandos analógicos a la digitalización
Desde el Audi A1 al Audi A8, desde el Audi R8 al Audi e-tron. Independientemente de si se trata de un compacto, un SUV, una berlina de lujo o un deportivo de altas prestaciones, el puesto de conducción de los modelos Audi está diseñado para permitir al conductor una utilización rápida, sencilla, intuitiva y segura. Esta ha sido siempre la premisa de Audi a la hora de desarrollar los sistemas de manejo y control de sus vehículos, que han evolucionado a medida que se han ido introduciendo nuevas funciones y tecnologías, hasta llegar al concepto totalmente digital estrenado en el Audi A8 y que la marca utiliza ya en prácticamente toda su gama.
Desde los primeros salpicaderos plagados de pulsadores e indicadores analógicos hasta la digitalización total de los sistemas de manejo y control estrenada en la cuarta generación del A8 –que se está convirtiendo en un estándar en toda la gama Audi–, el fabricante de los cuatro aros siempre ha desarrollado soluciones para que los sistemas de control de sus vehículos resulten más intuitivos, seguros y fáciles de manejar para el usuario, a pesar de tener que manejar cada vez mayor número de funciones. Y el Audi A8 ha sido un protagonista destacado en esta evolución, estrenando la mayoría de los nuevos conceptos de control que, posteriormente, Audi siempre ha ido integrando en el resto de su gama, con el objetivo de aportar un valor añadido a la experiencia de conducción que la marca de los cuatro aros ofrece a sus clientes
La era del “todo analógico”
Incluso hoy en día, los responsables de diseño de interiores y los expertos en el desarrollo de la interface de usuario de los futuros modelos de la marca siguen mirando al pasado para basarse en los estándares que ya se utilizaban en el Audi 100 desde 1970: un orden lógico. Ya por aquel entonces, los controles necesarios para la conducción se organizaban en torno al volante. Las luces o los limpiaparabrisas se controlaban desde el lado izquierdo, mientras que funciones como la calefacción o la radio quedaban a la derecha. Tras un gran volante de aro fino que como único mando integraba el claxon, la instrumentación ofrecía toda la información necesaria sobre la conducción y el funcionamiento del motor mediante un completo set de indicadores analógicos.